Pero para ganar este tipo de partidos estar bien no es suficiente, nos faltaron detalles ya que en este tipo de encuentros tan competidos esos detalles marcan el resultado final. Me quedo de todos modos con el trabajo de los nuestros, lo intentaron y ello es motivo para estar contento con su actitud. La derrota ha sido cruel, el partido fue tan competido que aquel que acertara con la portería rival se lo llevaría y así fue.
No nos gusta perder, pero si tuviéramos que elegir alguna manera de perder esta forma es la deseada por todos los técnicos, el equipo compitió cada balón y trabajó a destajo para conseguir la victoria.
Creo sinceramente que nos faltan cosas (vivir el partido con algo más de inteligencia, elegir adecuadamente la toma de decisiones, vivir con intensidad el otro fútbol …), nos faltaron argumentos igualmente.
Este deporte no entiende en ocasiones de merecimientos, entiende de goles, ellos marcaron uno y nosotros no tuvimos la fortuna necesaria para materializar alguna de las ocasiones que tuvimos.
Y en estos campos denominados de los equipos grandes suceden situaciones como las de hoy, cuando el trencilla se equivoca, generalmente suele ser a favor de casa, “que les den a los equipos modestos como el nuestro”. Tampoco estamos teniendo suerte con los colegiados. Expulsión en el minuto 78 en lo que consideró que Víctor era el último jugador, discutible su decisión. Y para colmo, lejos de pitarnos alguna que otra falta a favor durante todo el encuentro e incluso un posible penalti sobre Radillo, nos “regaló” con un penalti en contra pasados dos minutos del tiempo reglamentario en una acción que nuestro jugador jura no tocar al rival. Y estas acciones no justifican nuestra derrota porque si acertamos con la portería en algunas de las que tuvimos, el penalti y la expulsión sería mera anécdota.
Nos presentamos en la magnífica Ciudad Deportiva del Getafe en un mal momento, es obvio, nuestras sensaciones venían siendo irregulares y nuestros resultados malos. En la charla previa hacíamos hincapié que la mala racha no puede durar eternamente y que teníamos un marco excepcional para revertir la actual situación. Los mejores equipos son aquellos que se levantan después de cada caída. Aquel que consigue salvar los obstáculos, aquel que consigue salvarlos está en el camino del éxito. Si queremos podemos y si creemos en nosotros, todo es posible.
Y los chicos, como digo, cuajaron hoy el mejor partido de todos los disputados hasta la fecha.
El encuentro de hoy nos ha mostrado el camino. Así sí chavales. Por primera vez y ante un gran rival, actualmente 2º clasificado, hemos visto el verdadero potencial del grupo.
Momento difícil, pero momento en el que se ven los amigos de verdad, momento para apretar los dientes y tirar todos juntos unidos en la misma dirección. El equipo es una piña, el grupo humano es fenomenal y el deportivo comienza a asomar poco a poco. Tengamos los pies en el suelo porque hemos encontrado el punto de partida necesario para competir y nos queda un mundo por trabajar y mejorar. Hay muchos errores que corregir y sólo conozco un camino para seguir progresando y afianzar lo realizado hasta la fecha. TRABAJO, TRABAJO Y MÁS TRABAJO. CULTURA DEL ESFUERZO chavales.
Desde el primer día que comenzamos este proyecto dije alto y claro que primero aparece el grupo y después el equipo. Queremos que los chicos sean como una familia. Queremos hacerles ver que forman algo más que un simple conjunto de 18-20 jugadores que cada semana entrenan para jugar, que son algo más que simples compañeros de equipo que se ven durante entrenamientos o partidos.
Queremos hacerles entender que, durante 9 meses que dura la competición, aquel que está a su lado será quien luche junto a él, hombro o hombro, por honrar el escudo que defienden; que ese otro que tiene a su lado, dará la cara por él cuando lo necesite; que aquel otro que se encuentra frente a él, le levantará cuando se caiga, le ayudará cuando lo pase mal y le aupará en los éxitos.
En definitiva, hacerles ver que más compañeros son hermanos.
En la primera mitad jugaron: Pablo, Jano, Jota, Martín, Víctor, Diego, Luismi, Mejías, Sierra, Radi y Sergio. En los cambios: Albert, Javi, Carri, Yoel y Villar.
Aún guardo en mi memoria el panorama que me encontré al entrar a nuestro vestuario tras finalizar el partido, los gestos de todos los jugadores, abatidos e incrédulos al mismo tiempo. Gestos que denotan reflexión, compromiso, preocupación, etc…, creo que ello nos llevará a competir de mejor manera.
José Gijón - Ray Cruz
