Trabajo, trabajo y trabajo.
Otro día más nos quedamos con la miel en los labios, es duro, muy duro, ver como tus jugadores lo intentan, pero por h o por b se nos van los encuentros. Es duro pasar al vestuario tras el encuentro, se sufre por ellos, por nuestros jugadores, no sólo se establecen lazos deportivos, se establecen también lazos afectivos y, como digo, es tremendamente ingrato verles en esta dinámica. El grupo es humanamente un gran conjunto, pero deportivamente nos queda mucho trabajo por delante, muchos errores y detalles por pulir.
Con respecto al encuentro de hoy, creo sinceramente que ganó justamente el Leganés B. Aunque no siempre en este deporte gana aquel que lo merece más. Con 2-0 a nuestro favor al descanso y errando un penalti con 2-1 a falta de 17 minutos la situación podía haber sido otra, pero desde luego y hasta la fecha parece ser que todo sale al revés. Por otro lado y como venimos manifestando cada semana, resulta imposible competir en esta categoría cuando encajas una media de casi tres goles por partido.
Asumo un día más plenamente la responsabilidad, no doy con la tecla en ese aspecto tan importante del juego. O somos capaces de ser un equipo sólido o seguiremos sufriendo como hasta la fecha. Y no hablo ni de porteros ni de defensas, hablo de equipo, la solidez de un colectivo implica a todos y cada uno de los futbolistas. Los jugadores son intocables para nosotros los entrenadores, trabajan lo mejor que saben y de momento no nos está sirviendo. Necesitamos un mejor nivel de todos y cada uno de nosotros, necesitamos pulir los detalles y los errores que nos están condenando, necesitamos que todos demos un paso adelante. El nivel actual es mejor que hace unas jornadas, pero insuficiente.
En la primera mitad jugaron: Pablo, Javi, Diego, Carri, Víctor, Jota, Kike, Luismi, Radillo, Rojas y Sergio. En los cambios Albert (portero reserva), Martín, Mejías, Sierra y Yoel. Nuestro goles fueron obra de Jota y Sergio.
José Gijón - Ray Cruz
